En la cocina se concentra mucha de la tecnología que tenemos en casa; descubre por qué y algunas novedades.

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Más allá de los robot de cocina, los novísimos utensilios y las modernas placas de inducción, la evolución tecnológica en la cocina implica tomar decisiones que nos permitan trabajar en un espacio versátil, bien equipado, fácil de usar y que responda sin problemas a nuestras necesidades diarias.

Una nueva estética. La cocina es una de las estancias donde se concentra más tecnología, de ahí que la domótica –sistemas que automatizan las instalaciones de una vivienda–, influya en la manera en la que amueblamos y diseñamos este espacio. De hecho, todos los electrodomésticos de cocina son sensibles a los avances de la domótica, con aparatos cada vez más eficientes.

Por otro lado, los electrodomésticos contribuyen a acentuar el estilo moderno de la cocina. Para darles más protagonismo, nada mejor que elegir electrodomésticos de acero inoxidable, a conjunto con la isla central.

Cuore Cucine dispone de un sistema patentado de frontal imantado diseñado para poder colocar elementos a nuestro antojo, muestra de ello el porta-tablet de forma que se facilita seguir las instrucciones de una receta por YouTube mientras cocinamos. Otra opción es poner un soporte especial para sostenerlo encima de la superficie de trabajo.

La iluminación se puede centralizar gracias a la domótica, con un sistema que permita jugar con distintas luces y así convertir nuestra cocina en un cuadro. Los espacios relacionados con la cocina también se benefician de los avances de la domótica. Ya se pueden instalar despensas climatizadas en casa con un sofisticado sistema que permite graduar, no solo la temperatura en la despensa, sino también el nivel de humedad y adaptarlo a las necesidades de conservación de los distintos alimentos. Todo queda centralizado en un termostato que se puede controlar a distancia.

Más enchufes y zonas de carga. Existen encimeras diseñadas con un sistema inductivo que permite cargar la batería del teléfono con solo dejarlo sobre la misma encimera.

Otra opción es guardar el ordenador y la tablet en un cajón específico con sus respectivos enchufes y cargadores. En este caso, mejor situarlo cerca de la zona de trabajo. Es un buen sistema porque, cuando no se usan, los aparatos quedan recogidos y la cocina despejada.

Resulta indispensable pensar en instalar una buena cantidad de enchufes allí donde vayamos a poner los electrodomésticos de la cocina. Además del típico aplique de pared, también han aparecido en el mercado nuevos modelos de regletas retráctiles, muy prácticas porque se esconde bajo la encimera dejando libre la superficie.

Espacios híbridos: cocinar, trabajar, ver una película. La tendencia es a construir espacios híbridos; por ejemplo, una cocina abierta al comedor, donde también se pueda trabajar con el ordenador. En esta cocina blanca, abierta al salón, se ha dispuesto una pequeña mesa con un taburete en total continuidad con la encimera de cocina. Un detalle importante es la lámpara: debemos siempre pensar en tener una buena iluminación directa para la zona de trabajo.

Gracias a los nuevos diseños con pantallas extraplanas, cada vez es más sencillo hacerle sitio a la televisión en la cocina. Existen también modelos de pantallas retráctiles, que se esconden bajo la encimera cuando no se usan.